Diagnóstico de enfermería NANDA Disposición para mejorar la ingesta nutricional - Dominio 2: Nutrición - Clase 1: Ingestión

Disposición para mejorar la ingesta nutricional

diagnostico de enfermeria nanda codigo 00419 Disposición para mejorar la ingesta nutricional

En la práctica de la enfermería, la alimentación adecuada es un pilar fundamental para el mantenimiento de la salud y el bienestar de los pacientes. El diagnóstico de disposición para mejorar la ingesta nutricional se convierte en una herramienta vital en este contexto, ya que no solo aborda la necesidad de consumir una dieta equilibrada, sino que también evalúa la voluntad y los comportamientos que pueden facilitar o obstaculizar cambios en los hábitos alimenticios. Comprender y fomentar esta disposición es esencial para empoderar a los pacientes a asumir un rol activo en su autocuidado, lo que puede reflejarse en una mejora significativa en su calidad de vida y en la prevención de enfermedades relacionadas con la nutrición.

En este post, profundizaremos en el diagnóstico de enfermería relacionado con la disposición para mejorar la ingesta nutricional. Exploraremos en detalle su definición, abordando los diferentes factores que influyen en la capacidad y la motivación de los pacientes para realizar cambios positivos en su dieta. Conoceremos cómo los profesionales de enfermería pueden facilitar un entorno de apoyo que permita establecer metas alcanzables y promover una alimentación más saludable, asegurando así que los pacientes reciban la orientación necesaria para mejorar su salud y bienestar a largo plazo.

Contenidos

Definición del Diagnóstico de Enfermería

El diagnóstico de enfermería relacionado con la disposición para mejorar la ingesta nutricional se refiere a la identificación de la voluntad y la capacidad de un individuo para modificar sus hábitos alimenticios con el fin de optimizar su salud y cumplir con sus necesidades nutricionales. Este diagnóstico abarca una evaluación holística de factores físicos, emocionales y sociales que pueden influir en la alimentación del paciente, reconociendo su disposición a realizar cambios positivos en su dieta, así como su motivación y conocimiento sobre la nutrición. Es fundamental que los profesionales de enfermería faciliten un entorno de apoyo donde se puedan establecer metas realistas y alcanzables, brindando asesoramiento sobre opciones alimentarias saludables y educación sobre la importancia de una ingesta nutricional adecuada. Al promover un enfoque proactivo en la gestión de la alimentación, se busca empoderar al paciente para que asuma un rol activo en su bienestar, mejorando así su calidad de vida y previniendo problemas de salud relacionados con la desnutrición o el consumo excesivo de alimentos poco saludables.

Signos y Síntomas Evidenciables / Manifestaciones Clínicas

El diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional" se manifiesta a través de una serie de signos y síntomas observables que indican la presencia del problema. Identificar estas manifestaciones es crucial para una valoración precisa y una planificación de cuidados efectiva. A continuación, se detallan las principales agrupaciones de estos indicadores clínicos:

  • Interés Activo por la Nutrición

    • Los pacientes pueden mostrar un deseo claro de modificar sus hábitos alimenticios, deseando lograr un estado de salud óptimo a través de la alimentación. Este interés se traduce en preguntas y acciones concretas hacia elecciones más saludables.
    • La búsqueda de información sobre los beneficios de diversas categorías de alimentos es evidente. Los pacientes se sienten motivados a conocer los efectos positivos que los nutrientes tienen en su bienestar y salud general.
    • La motivación para mejorar no solo se refiere a la dieta actual, sino también a una apertura para aprender sobre cómo la alimentación impacta la calidad de vida y el manejo de enfermedades o condiciones preexistentes.
  • Conocimiento Nutricional en Desarrollo

    • Los individuos presentan un interés creciente por adquirir información sobre componentes nutricionales fundamentales, como vitaminas, minerales y macronutrientes, lo que les permite establecer un enfoque más equilibrado en sus elecciones alimenticias.
    • El deseo de entender la clasificación y función de los alimentos les impulsa a involucrarse en actividades educativas o programas de formación relacionados con la nutrición y la salud, ya sea mediante recursos digitales o talleres presenciales.
    • La voluntad de aplicar nuevos conocimientos en su dieta cotidiana es una clara indicación de que buscan estrategias que faciliten elecciones alimenticias saludables y sostenibles.
  • Ambiente Propicio para el Cambio

    • Una notable disponibilidad de opciones alimentarias saludables en su entorno inmediato, como la accesibilidad a mercados, tiendas de agricultura local o la presencia de una variedad de alimentos frescos, puede influir significativamente en la intención de mejorar su ingesta nutricional.
    • La disposición del paciente para realizar cambios en su estilo de vida alimenticio se ve reforzada por un entorno social de apoyo, donde familiares o amigos comparten objetivos saludables y fomentan hábitos nutritivos.
    • Las condiciones que favorecen la práctica de la preparación de alimentos en casa también son indicativas de un compromiso hacia una mejor nutrición, ya que implica un control más directo sobre los ingredientes y métodos de cocción utilizados.
  • Educación Nutricional como Herramienta de Empoderamiento

    • Los pacientes que muestran un interés por recibir educación nutricional indican que comprenden la importancia de tomar decisiones informadas, y están dispuestos a emplear ese conocimiento en su vida diaria.
    • El acceso a información clara y útil sobre nutrición les permite realizar elecciones que no solo respondan a sus gustos, sino que también sean nutritivas y benéficas para su salud a largo plazo.
    • La capacidad de identificar y seleccionar alimentos de manera consciente, teniendo en cuenta la etiqueta nutricional y los ingredientes, es una habilidad que se desarrolla y se evidencia en quienes están comprometidos con mejorar su alimentación.

Causas o Contribuyentes Probables

Comprender las causas subyacentes o los factores que contribuyen al desarrollo del diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional" es fundamental para orientar las intervenciones y mejorar los resultados del paciente. A continuación, se exploran diversas agrupaciones de estos elementos etiológicos:

  • Historia de Desnutrición o Malnutrición

    • Las personas con un historial de desnutrición previa suelen requerir un apoyo adicional para restablecer sus patrones alimentarios, ya que su cuerpo puede haber sufrido daños por deficiencias nutritivas que impactan su deseo y capacidad de mejorar la ingesta.
    • Este grupo puede presentar una mayor vulnerabilidad al desarrollo de complicaciones relacionadas con la nutrición, lo que requiere un enfoque más intensivo en la educación nutricional para facilitar cambios positivos.
  • Condiciones Crónicas de Salud

    • Los individuos que padecen enfermedades crónicas, como diabetes o enfermedades cardíacas, enfrentan limitaciones que pueden dificultar su acceso a una nutrición adecuada, lo que puede afectar su disposición a mejorar estos hábitos alimenticios.
    • La gestión de sus condiciones médicas a menudo implica restricciones dietéticas que, si no se manejan adecuadamente, pueden llevar a un patrón de alimentación desequilibrado y, por ende, a un talante menos propenso a realizar cambios nutricionales positivos.
  • Patrones Alimenticios Restrictivos

    • Los hábitos alimenticios que implican la restricción de ciertos grupos de alimentos pueden limitar la diversidad y la calidad de la ingesta nutricional, lo cual es crucial para el bienestar general y la disposición para cambiar.
    • Además, la falta de comprensión sobre la nutrición balanceada y las alternativas saludables puede generar una aversión al cambio, impidiendo que el individuo adopte mejoras en su alimentación.
  • Falta de Educación Nutricional

    • La escasez de conocimientos sobre qué constituye una dieta equilibrada puede llevar a los pacientes a tener una percepción errónea de sus necesidades nutricionales, disminuyendo su motivación para realizar cambios en su dieta.
    • El acceso limitado a información o recursos educativos sobre nutrición puede resultar en aplicaciones ineficaces de lo que se cree que es saludable, creando frustración y desconfianza hacia los cambios propuestos.
  • Apoyo Social y Familiar Limitado

    • La falta de una red de apoyo que fomente el cambio en los hábitos alimenticios puede hacer que sea más difícil para un individuo comprometerse con la mejora de su ingesta nutricional, ya que el entorno social juega un papel vital en la motivación personal.
    • Un entorno familiar que normaliza una alimentación poco saludable puede influir negativamente en la disposición del paciente para explorar nuevas opciones que mejoren su nutrición.

Contextos Clínicos Frecuentes

El diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional" tiende a presentarse con mayor frecuencia en determinados entornos o situaciones clínicas. Conocer estos contextos ayuda a las enfermeras a anticipar y valorar la posible presencia de este diagnóstico. A continuación, se describen algunos de los escenarios clínicos más comunes:

  • Sobrepeso y obesidad: Este contexto es relevante ya que la mala nutrición y los hábitos alimenticios inadecuados son a menudo responsables del incremento de peso. Los pacientes con sobrepeso tienen una alta motivación para mejorar su ingesta nutricional, ya que pueden desear reducir su peso y mejorar su salud general. La intervención oportuna puede guiarles hacia cambios positivos en su dieta, fomentando hábitos más saludables.
  • Diabetes mellitus: La gestión de la diabetes requiere un enfoque cuidadoso hacia la alimentación, dado que los nutrientes consumidos afectan directamente los niveles de glucosa en la sangre. Los pacientes con este diagnóstico a menudo muestran una disposición para aprender estrategias que mejoren su ingesta nutricional, lo que puede conducir a un mejor control de su condición y a una reducción de complicaciones asociadas.
  • Enfermedades cardíacas: La salud cardiovascular está intrínsecamente relacionada con los hábitos alimenticios. En pacientes con antecedentes de enfermedades del corazón, mejorar la ingesta nutricional se convierte en una prioridad para prevenir eventos futuros como infartos o accidentes cerebrovasculares. Estos pacientes pueden mostrar un interés significativo en cambiar sus rutinas alimenticias para promover una mejor salud cardíaca.
  • Trastornos gastrointestinales: Los individuos con afecciones como el síndrome del intestino irritable o enfermedad celíaca, entre otros, suelen estar motivados para ajustar su dieta a fin de evitar síntomas desagradables. Este deseo de mejorar su ingesta nutricional se presenta frecuentemente en este contexto, donde pueden buscar alternativas que sean compatibles con sus condiciones médicas y que al mismo tiempo complementen su bienestar.
  • Post-operatorio y recuperación tras enfermedad: Tras una cirugía o enfermedad, los pacientes a menudo necesitan una nutrición adecuada para facilitar su recuperación. La conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada puede impulsar la disposición de estos pacientes a mejorar su ingesta nutricional, buscando alimentos que ayuden en la curación y restablecimiento de su salud.

Resultados Esperados del Cuidado de Enfermería

El objetivo general del cuidado para un paciente con el diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional" se orienta hacia el empoderamiento del individuo para adoptar hábitos alimenticios que respalden su salud óptima. Específicamente, se busca que el paciente logre o demuestre lo siguiente:

  • Comprensión integral sobre la nutrición: El paciente muestra un aumento significativo en su conocimiento sobre los nutrientes, incluyendo su función en el cuerpo y la importancia de una dieta equilibrada, lo que permite tomar decisiones informadas respecto a su alimentación.
  • Incorporación de alimentos saludables: Se observan cambios claros en la dieta del paciente, con un incremento en el consumo de frutas, verduras y granos enteros, lo que respalda su compromiso activo hacia una nutrición mejorada.
  • Adopción de un plan de alimentación personalizado: El individuo participa en la creación de un plan de comidas que responde a sus necesidades y preferencias, mostrando un compromiso individualizado que fomenta la adherencia a nuevos hábitos nutricionales.
  • Realización de un seguimiento reflexivo de la ingesta alimentaria: El paciente utiliza herramientas como registros de alimentos o aplicaciones móviles para monitorear su consumo, lo que indica un enfoque proactivo hacia su nutrición y un aumento en la autoeficacia.
  • Disminución en el riesgo de enfermedades nutricionales: Hay una evidencia clara de que la mejora en la ingesta nutricional ha llevado a una reducción en marcadores de riesgo, como niveles de colesterol y glucosa en sangre, reflejando así un impacto positivo en su salud metabólica.
  • Aumento en la actividad física cotidiana: El paciente presenta un estilo de vida más activo, integrando ejercicios regulares que contribuyen a una mejor salud general, lo que evidencia un enfoque holístico hacia su bienestar.
  • Mejoras en el bienestar emocional y físico: Se registra un aumento en los niveles de energía y bienestar emocional, lo que no solo muestra una respuesta positiva a la mejora en la ingesta nutricional, sino que también refuerza la relación entre una mejor nutrición y la salud mental.
  • Participación activa en talleres o grupos de apoyo nutricional: El paciente se involucra en actividades comunitarias o grupos educativos que refuercen su aprendizaje sobre nutrición, promoviendo un soporte social que complementa su viaje hacia la mejora nutricional.
  • Autoeficacia en elecciones alimenticias: El individuo manifiesta confianza en su capacidad para realizar elecciones alimenticias saludables de manera consistente, lo que es esencial para el mantenimiento a largo plazo de un patrón de ingesta nutricional adecuado.
  • Fomento de hábitos de cocina saludable: El paciente demuestra habilidades culinarias mejoradas, como la preparación de comidas nutritivas en casa, que reflejan su habilidad para tomar decisiones activas hacia su bienestar alimentario.

Objetivos Específicos y Criterios de Evaluación

Para abordar el diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional" y avanzar hacia los resultados esperados, se establecen los siguientes objetivos específicos y sus correspondientes criterios de evaluación. Estos permitirán un seguimiento preciso del progreso del paciente y la efectividad de las intervenciones:

  • Desarrollo de un plan personalizado de ingesta alimentaria: El paciente trabajará conjuntamente con el profesional de enfermería para elaborar un plan de alimentación que contemple sus necesidades nutricionales y preferencias personales. Este criterio se evaluará mediante la comprobación de la adherencia al plan durante un seguimiento semanal, lo que facilitará ajustes necesarios y refuerzos motivacionales adaptados, mejorando la disposición del paciente a realizar cambios en su dieta.
  • Incremento en el conocimiento sobre los grupos alimentarios: Se establecerá un objetivo de que el paciente asista a al menos tres sesiones educativas sobre nutrición. El avance se medirá a través de una evaluación al final de cada sesión, donde el paciente será capaz de nombrar al menos cinco alimentos saludables de cada grupo y describir sus beneficios. Este conocimiento es crucial para fomentar elecciones alimenticias más saludables y seguras.
  • Implementación de un registro diario de ingesta: El paciente llevará un registro de su consumo alimentario diario durante un mes, reflexionando sobre su ingesta antes de las comidas y al final del día. El criterio de éxito se basará en la capacidad del paciente para identificar al menos tres áreas de mejora en sus hábitos alimentarios, promoviendo la autoevaluación y la autoconciencia sobre su nutrición.
  • Mejora en la variedad de la dieta: Se propiciará que el paciente introduzca al menos un nuevo alimento saludable a su dieta cada semana durante el siguiente mes. Esto será evaluado en una reunión mensual, donde el paciente deberá compartir los alimentos introducidos, sus preferencias y la manera en que esto ha impactado su bienestar, contribuyendo a una dieta más equilibrada y rica en nutrientes.
  • Fomento de la autoeficacia en la elección de alimentos: Fomentar que el paciente participe en al menos dos actividades comunitarias relacionadas con la nutrición, como talleres culinarios o degustaciones de productos saludables. La evaluación se realizará a través de un breve cuestionario acerca de sus experiencias y la confianza en su capacidad para seleccionar opciones nutricionales, lo cual es fundamental para su compromiso a largo plazo con la alimentación saludable.
  • Adopción de estrategias de cocción saludable: El paciente aprenderá a preparar al menos cinco recetas nutritivas en casa durante un periodo de un mes, con un enfoque en técnicas de cocción que preserven los nutrientes. Se medirá el éxito a través de una demostración de cocina donde se realizarán las recetas, comprobando así la adquisición de habilidades culinarias que respalden su autonomía en la alimentación.
  • Refuerzo del apoyo social en cambios alimentarios: Facilitar que el paciente se una a un grupo de apoyo o una comunidad en línea dedicada a la nutrición y cambios saludables. El criterio de evaluación consistirá en la participación activa en al menos dos encuentros o foros durante el plazo de un mes, lo que proporcionará un soporte emocional y motivacional adicional, fomentando el aprendizaje compartido y la responsabilidad mutua.

Estrategias Generales de Cuidado

Para manejar eficazmente el diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional" y ayudar al paciente a alcanzar los objetivos de salud deseados, se implementarán diversas estrategias de cuidado. Estas acciones de enfermería se enfocarán en abordar las causas subyacentes, aliviar los síntomas y promover el bienestar general. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Fomento del autoconocimiento nutricional: Facilitar al paciente recursos y herramientas que le permitan conocer su perfil nutricional personal, incluyendo información sobre sus necesidades específicas, le ayudará a reconocer la importancia de la ingesta adecuada de nutrientes. Esta estrategia promueve la autoeficacia y la conciencia, empoderando al paciente en la toma de decisiones alimentarias saludables que se alineen con sus metas de bienestar.
  • Desarrollo de un diario de alimentos: Animar al paciente a llevar un registro diario de su ingesta alimentaria puede ser una técnica efectiva. Esto permite identificar patrones en los hábitos de alimentación y áreas de mejora. Revisar juntos el diario proporciona una oportunidad para reflexionar sobre decisiones alimentarias y hacer ajustes informados para optimizar la nutrición, fomentando así un enfoque proactivo hacia su salud.
  • Sesiones de cocina saludable: Organizar talleres donde los pacientes puedan aprender a preparar comidas nutritivas y equilibradas. Tal actividad no solo mejora sus habilidades culinarias, sino que también les permite experimentar la preparación de alimentos saludables. Este enfoque práctico estimula la curiosidad, reduce la monotonía alimentaria y fortalece la disposición a experimentar con nuevas recetas y sabores.
  • Creación de un plan de apoyo comunitario: Proporcionar información sobre grupos de apoyo o talleres comunitarios puede ayudar a los pacientes a conectarse con otros que comparten sus objetivos de mejora en la ingesta nutricional. La interacción social y el intercambio de experiencias fomentan una red de apoyo y motivación, haciendo que el proceso de cambio sea más accesible y alentador.
  • Establecimiento de metas SMART: Trabajar junto al paciente para definir metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART) en relación con su ingesta nutricional. Esta estrategia ayuda a dar claridad y dirección al proceso de cambio, permitiendo al paciente evaluar su progreso y mantener su motivación a lo largo del tiempo.
  • Educación sobre la lectura de etiquetas nutricionales: Capacitar al paciente en la interpretación de las etiquetas de los alimentos le permitirá tomar decisiones más informadas al comprar. Entender lo que contienen los alimentos y cómo se relacionan con sus necesidades nutricionales es fundamental para desarrollar una alimentación consciente y saludable, ayudando al paciente a escoger opciones más adecuadas a sus objetivos.
  • Integración de técnicas de mindfulness en la alimentación: Introducir al paciente en prácticas de mindfulness puede ser efectivo para mejorar su relación con la comida. Fomentar la atención plena durante las comidas, como comer despacio y saborear cada bocado, puede ayudar a desarrollar una mayor consciencia sobre sus elecciones alimentarias y las señales de saciedad del cuerpo, promoviendo así hábitos más saludables.
  • Consulta con un dietista-nutricionista: Facilitar el acceso a un dietista-nutricionista para que brinde una evaluación personalizada y educación nutricional específica. Esta estrategia permite que el paciente reciba recomendaciones adaptadas a sus condiciones de salud y necesidades individuales, aumentando su conocimiento y capacidad para realizar cambios positivos duraderos en su dieta.

Acciones de Enfermería Específicas

Para llevar a la práctica las estrategias generales de cuidado y abordar de manera efectiva el diagnóstico de enfermería "Disposición para mejorar la ingesta nutricional", se proponen las siguientes acciones específicas. Estas intervenciones concretas están diseñadas para mejorar el estado del paciente y facilitar la consecución de los objetivos terapéuticos:

  • Impulso del Autoconocimiento Nutricional

    • Realizar entrevistas personalizadas para explorar los hábitos alimentarios y preferencias del paciente, proporcionando un contexto para futuras recomendaciones. Este enfoque permite que el paciente se sienta escuchado y valorado en su proceso de cambio.
    • Proporcionar listas de verificación de nutrientes que el paciente puede utilizar para evaluar qué tan bien está satisfaciendo sus necesidades dietéticas específicas, facilitando así una comprensión más profunda de su ingesta.
    • Ofrecer sesiones de retroalimentación sobre el estado nutricional utilizando gráficos y visualizaciones, ayudando al paciente a ver sus progresos y motivando el cambio.
  • Diario Alimentario como Herramienta de Reflexión

    • Guiar al paciente en la elaboración de un diario alimentario con secciones para registrar alimentos, horarios y emociones asociadas con las comidas, para identificar patrones que puedan estar afectando su ingesta.
    • Realizar revisiones periódicas del diario junto al paciente, facilitando el análisis conjunto de los hábitos y la identificación de áreas donde se puede realizar una mejora.
    • Incorporar un componente de gratitud al diario, alentando al paciente a anotar alimentos que disfrute y apreciar su valor nutricional, reforzando una relación positiva con la alimentación.
  • Capacitación Culinaria para el Empoderamiento

    • Organizar sesiones de cocina grupales donde los pacientes pueden practicar la preparación de recetas saludables, fomentando la interacción social y el aprendizaje colaborativo.
    • Desarrollar recetarios personalizados que consideren los gustos del paciente y sus necesidades dietéticas, facilitando la transición hacia opciones más saludables en su hogar.
    • Proporcionar recursos sobre substitutos alimenticios y cómo hacer ajustes en las recetas tradicionales para aumentar su valor nutritivo, empoderando al paciente para hacer decisiones más saludables.
  • Interacción Social y Comunidad Apoyo

    • Crear grupos de discusión donde los pacientes puedan compartir sus experiencias relacionadas con su ingesta nutricional y apoyarse mutuamente en el proceso de cambio.
    • Facilitar la colaboración con entidades locales para ofrecer talleres de nutrición dirigidos por profesionales de la salud, favoreciendo la participación activa en la comunidad.
    • Fomentar la formación de "compañeros de alimentación" donde pacientes emparejados se apoyen mutuamente en sus objetivos de mejora nutricional, estableciendo conexiones significativas en el proceso.
  • Definición de Metas Concretas y Alcanzables

    • Utilizar una herramienta de planificación conjunta con el paciente que permita establecer metas nutricionales específicas que se alineen con sus deseos y capacidades, asegurando que sean realistas.
    • Regularmente revisar y ajustar estas metas en base a los resultados de seguimiento del estado nutricional, asegurándose de que sean un reflejo del progreso real del paciente.
    • Celebrar logros, por pequeños que sean, utilizando refuerzos positivos para mantener la motivación y fomentar un compromiso continuo con la mejora de su situación nutricional.
  • Educación Integral sobre Etiquetas Nutricionales

    • Desarrollar sesiones educativas donde se desglosen las diferentes secciones de una etiqueta nutricional, explicando cómo utilizarlas para hacer elecciones alimentarias informadas en el supermercado.
    • Realizar actividades prácticas de compra donde los pacientes puedan aplicar su conocimiento sobre etiquetas, eligiendo productos que se alineen con sus metas nutricionales.
    • Fomentar debates sobre marketing de alimentos y cómo identificar productos que pueden parecer saludables, pero que en realidad no lo son, para desarrollar una visión crítica hacia la publicidad alimentaria.
  • Mindfulness y Comportamiento Alimentario Consciente

    • Guiar al paciente en ejercicios de meditación antes de las comidas para fomentar un estado mental relajado que favorezca la atención plena durante la alimentación.
    • Promover prácticas como comer en un ambiente tranquilo y libre de distracciones, ayudando al paciente a conectar con sus sensaciones de hambre y saciedad.
    • Incluir técnicas de respiración que pueden ser usadas antes de las comidas para ayudar a centrar la atención en el acto de comer y en la experiencia sensorial asociada.
  • Colaboración con Expertos en Nutrición

    • Facilitar reuniones regulares entre el paciente y un dietista-nutricionista, asegurando que las recomendaciones sean accesibles y comprensibles.
    • Planificar sesiones de educación continua donde el dietista pueda ofrecer información actualizada sobre tendencias y evidencias en nutrición, manteniendo al paciente informado y motivado.
    • Coordinar que las intervenciones del dietista se integren en el plan de cuidado del paciente, asegurando una atención holística y personalizada que potencie los esfuerzos de mejora nutricional.

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