Diagnóstico de enfermería NANDA Capacidad para caminar alterada - Dominio 4: Actividad - reposo - Clase 2: Actividad - ejercicio

Capacidad para caminar alterada

diagnostico de enfermeria nanda codigo 00365 Capacidad para caminar alterada

La capacidad para caminar es un componente esencial de la movilidad y la autonomía en la vida diaria. Cuando esta función se ve afectada, no solo se compromete la habilidad física del paciente, sino que también se impactan su bienestar emocional y social. Muchos factores pueden contribuir a la dificultad para caminar, desde condiciones musculares y articulares hasta afectaciones neurológicas, lo que hace crucial que los profesionales de la salud identifiquen y aborden este diagnóstico de manera efectiva. En el ámbito de la enfermería, la evaluación y el manejo de esta alteración se convierten en aspectos fundamentales para garantizar una calidad de vida óptima y prevenir complicaciones adicionales.

En este post, nos enfocaremos en desglosar y profundizar en el diagnóstico de enfermería 'Capacidad para caminar alterada'. Presentaremos una definición clara y comprensible que aborda las diversas causas y consecuencias de esta condición, así como la importancia de su identificación y tratamiento. A medida que avancemos, esperamos ofrecerte un marco completo que facilite la comprensión del impacto que tiene en la vida del paciente y las intervenciones necesarias para mejorar su movilidad y calidad de vida.

Contenidos

Definición del Diagnóstico de Enfermería

La alteración en la capacidad para caminar se refiere a la imposibilidad o dificultad que presenta un individuo para realizar movimientos autónomos y coordinados al caminar, lo cual puede ser causado por diversos factores como debilidades musculares, problemas articulares, enfermedades neuromusculares, desequilibrio, o condiciones crónicas que limitan su motricidad. Este diagnóstico es de suma importancia en el ámbito de la enfermería, ya que la habilidad para caminar no solo influye en la movilidad física del paciente, sino que también impacta sus interacciones sociales, su autonomía y, en general, su bienestar emocional. Además, una reducción en la capacidad de caminar aumenta el riesgo de caídas y lesiones, así como puede provocar un deterioro en la autoestima y un incremento en la dependencia de cuidados. Por desarrollo físico y social, es fundamental identificar esta alteración y abordar las intervenciones pertinentes para mejorar la movilidad, contribuir a la rehabilitación y, en última instancia, promover una mejor calidad de vida del paciente.

Signos y Síntomas Evidenciables / Manifestaciones Clínicas

El diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada" se manifiesta a través de una serie de signos y síntomas observables que indican la presencia del problema. Identificar estas manifestaciones es crucial para una valoración precisa y una planificación de cuidados efectiva. A continuación, se detallan las principales agrupaciones de estos indicadores clínicos:

  • Limitaciones en la movilidad en diferentes superficies

    • La incapacidad para transitar con seguridad en pendientes hacia abajo genera una sensación de inestabilidad y aumenta el temor a caídas, lo que puede repercutir en la confianza del paciente al moverse.
    • El ascenso por pendientes inclinadas presenta un desafío significativo, ya que la falta de potencia muscular puede provocar una rápida fatiga, impidiendo al paciente avanzar de manera efectiva.
    • En terrenos planos, la debilitación del paciente puede manifestarse a través de episodios de dolor o incomodidad, que interrumpen su capacidad de caminar con normalidad.
    • Cuando se enfrenta a superficies irregulares, el individuo con movilidad comprometida puede experimentar dificultades para mantener el equilibrio, lo que incrementa el riesgo de tropiezos y caídas.
    • La necesidad de recorrer distancias moderadas se convierte en una carga, ya que el cansancio extremo se presenta prematuramente, limitando seriamente su independencia.
  • Dificultades con escaleras y bordillos

    • El manejo de escaleras, tanto al subir como al bajar, es un proceso complicado; la falta de equilibrio y de fuerza suficiente puede provocar una sensación de ansiedad, lo que hace que los pacientes eviten estas actividades cotidianas.
    • Los bordillos se pueden convertir en un obstáculo aterrador, ya que la movilidad reducida dificulta su tránsito, aumentando la probabilidad de caídas y lesiones.
  • Alteraciones en la ejecución de la marcha

    • La observación de un patrón de marcha inestable o titubeante es un indicio observable que evidencia problemas en la capacidad de caminar, lo cual puede ser un síntoma de diversas condiciones subyacentes.
    • El control del tono muscular es esencial; la valoración puede revelar debilidad que afecta significativamente la movilidad, limitando la efectividad de cada paso.

Causas o Contribuyentes Probables

Comprender las causas subyacentes o los factores que contribuyen al desarrollo del diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada" es fundamental para orientar las intervenciones y mejorar los resultados del paciente. A continuación, se exploran diversas agrupaciones de estos elementos etiológicos:

  • Factores Psicológicos y Emocionales

    • Desánimo emocional: La tristeza o el estrés pueden afectar la energía y el deseo de participar en actividades de movilidad, lo que se traduce en una disminución en la capacidad de caminar.
    • Ansiedad por el movimiento: Un temor persistente a caer o experimentar dolor podría llevar a evitar la actividad física, resultando en un estado de inmovilidad que agrava la situación.
  • Miedo y Percepciones Negativas

    • Preocupación por lesiones: La ansiedad acerca de la posibilidad de caídas puede reducir la confianza en la capacidad para caminar, limitando los intentos de movilización.
    • Autoevaluaciones negativas: La percepción de no ser capaz de caminar correctamente puede desincentivar a los pacientes a intentar moverse, reforzando el ciclo de inactividad.
  • Condiciones Físicas y Saludables

    • Debilidad muscular: La falta de fuerza en los músculos, ya sea por desuso o condiciones médicas, dificulta el soporte adecuado del cuerpo durante la marcha.
    • Fatiga rápida: La dificultad para mantener el esfuerzo físico durante un periodo prolongado puede limitar la capacidad de caminar y contribuir a la sensación de incapacidad.
    • Exceso de peso: Un índice de masa corporal elevado puede agravar el esfuerzo necesario para caminar, afectando la estabilidad y aumentando el riesgo de caídas.
  • Factores de Aprendizaje y Comprensión

    • Desconocimiento sobre prevención de caídas: La falta de información adecuada sobre cómo movilizarse de manera segura puede resultar en caídas y lesiones que afecten la movilidad.
    • Inadecuadas habilidades de movilización: La falta de educación sobre técnicas adecuadas para levantarse y caminar puede hacer que los pacientes se sientan inseguros al intentar moverse.
  • Entorno y Situaciones Contextuales

    • Ambiente no accesible: Espacios que no están diseñados para facilitar el movimiento, como la falta de barandas o espacios reducidos, pueden afectar negativamente la capacidad de caminar.
    • Inmovilidad por inactividad prolongada: Estar sentado o acostado mucho tiempo puede provocar una disminución en la fuerza y rango de movimiento, contribuyendo a la alteración de la capacidad para caminar.

Grupos Particularmente Susceptibles

Ciertos grupos de personas pueden ser particularmente propensos a desarrollar el diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada". A continuación, se exploran algunos de estos grupos y las razones de su vulnerabilidad específica:

  • Personas de Edad Avanzada: Este grupo se encuentra en una fase de la vida donde los cambios fisiológicos impactan considerablemente en su movilidad. La pérdida de masa muscular, la disminución de la agilidad y el deterioro del equilibrio son factores que contribuyen a una marcha inestable. A medida que la edad avanza, los reflejos se ralentizan, lo que incrementa el riesgo de caídas y reduce la independencia en las actividades diarias.
  • Pacientes con Enfermedades Crónicas: Individuos que padecen enfermedades como la artritis, diabetes o problemas cardiovasculares pueden experimentar limitaciones significativas en su capacidad para caminar. Estos trastornos pueden generar dolor, inflamación y fatiga, afectando directamente su nivel de actividad física y, por ende, su movilidad. La falta de ejercicio debido a estas condiciones a menudo conlleva a un círculo vicioso de inactividad y debilidad muscular.
  • Personas con Lesiones Musculoesqueléticas: Aquellos que han sufrido fracturas, esguinces o cirugías ortopédicas están en riesgo de presentar dificultades para caminar. La rehabilitación insuficiente o la prolongación del tiempo de inmovilización pueden llevar a una recuperación incompleta, resultando en una movilidad limitada y pérdida de confianza para caminar sin apoyo.
  • Pacientes con Desórdenes Neurológicos: Individuos que sufren de enfermedades como esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular o Parkinson pueden experimentar alteraciones en su control motor, equilibrio y coordinación. Estas condiciones interfieren con los patrones normales de marcha y pueden provocar episodios de inestabilidad y caídas, haciendo que estos pacientes sean particularmente vulnerables.
  • Personas con Problemas de Visión: La visión es crucial para la locomoción segura y efectiva. Aquellos que padecen trastornos visuales, como cataratas o degeneración macular, pueden encontrarse limitados en su capacidad para detectar peligros en su entorno, lo que a su vez afecta su confianza y habilidad para caminar de manera segura.

Contextos Clínicos Frecuentes

El diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada" tiende a presentarse con mayor frecuencia en determinados entornos o situaciones clínicas. Conocer estos contextos ayuda a las enfermeras a anticipar y valorar la posible presencia de este diagnóstico. A continuación, se describen algunos de los escenarios clínicos más comunes:

  • Accidente cerebrovascular: Este evento puede comprometer gravemente las funciones motoras al afectar áreas del cerebro responsables de la coordinación y el movimiento. Los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular a menudo presentan debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, lo que limita su capacidad para caminar de manera independiente, aumentando el riesgo de caídas y complicaciones durante la rehabilitación.
  • Dificultades de equilibrio: La incapacidad para mantener una postura estable se relaciona frecuentemente con condiciones que afectan la propiocepción y la percepción del equilibrio. Esto se traduce en un mayor riesgo de caídas y limitaciones al moverse, lo que puede ser especialmente relevante en adultos mayores o en pacientes con condiciones sistémicas que afectan su estabilidad.
  • Desórdenes musculoesqueléticos: Problemas que afectan músculos, ligamentos y articulaciones, como la artritis o fracturas antiguas, pueden limitar en gran medida la movilidad del paciente. La debilidad o dolor al intentar caminar puede resultar en una incapacidad temporaria o crónica para desplazarse adecuadamente, lo cual es un aspecto crítico a considerar en el diagnóstico y tratamiento de estos individuos.
  • Alteraciones cognitivas: Las deficiencias en el procesamiento cognitivo, como las observadas en demencias o otros trastornos neurocognitivos, pueden interferir con la capacidad del paciente para planificar y ejecutar movimientos. La desorientación o confusión resulta en una falta de juicio que afecta su seguridad al caminar, incrementando la posibilidad de accidentes debido a decisiones erróneas sobre sus movimientos.
  • Enfermedades neuromusculares: Trastornos que impactan la conexión entre los nervios y los músculos, como la esclerosis múltiple o la distrofia muscular, causan debilidad y disminución en la fuerza muscular necesaria para caminar. Esta debilidad progresiva puede impedir que los pacientes mantengan su independencia, haciéndolos dependientes de apoyos para desplazarse.
  • Problemas vestibulares: Estos trastornos afectan el sistema de equilibrio del cuerpo, causando síntomas como mareos y vértigo que dificultan la movilidad. Los pacientes con problemas vestibulares tienen una mayor probabilidad de experimentar caídas y desorientación al intentar caminar, lo que hace esencial su evaluación y manejo en el contexto del diagnóstico.
  • Alteraciones visuales: Una visión deficiente puede complicar la capacidad de moverse con seguridad. Las personas que padecen cataratas, degeneración macular o problemas de refracción pueden tener dificultades para percibir el entorno, aumentando el riesgo de accidentes al caminar, ya que no pueden identificar obstáculos o cambios en su camino de antemano.

Resultados Esperados del Cuidado de Enfermería

El objetivo general del cuidado para un paciente con el diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada" se orienta hacia la restauración de la autonomía en la movilidad y el fomento de una vida activa y satisfactoria. Específicamente, se busca que el paciente logre o demuestre lo siguiente:

  • Desarrollo de habilidades de movilidad funcional: El paciente será capaz de realizar movimientos de marcha independientes en diversas superficies, lo que refleja no solo una mejora en su capacidad física, sino también un refuerzo en su autoestima y confianza al enfrentarse a actividades cotidianas.
  • Reducción del riesgo de caídas: A través de la implementación de estrategias personalizadas y ajustes en el entorno, el paciente presentará una disminución en la frecuencia de incidentes relacionados con caídas, lo que contribuirá a su sentido de seguridad y bienestar en su entorno.
  • Incremento en la resistencia física: El paciente mejorará su capacidad para mantener la marcha durante periodos más largos, lo que facilitará su participación activa en actividades recreativas y sociales, favoreciendo un estilo de vida más dinámico.
  • Capacidad de autogestión en la movilidad: Se espera que el paciente identifique y emplee técnicas efectivas para optimizar su desplazamiento, lo que no solo potenciará su independencia, sino que también lo empoderará para tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar.
  • Mejoras en el estado emocional: Veremos un aumento en el estado de ánimo y motivación del paciente debido a progresos en su movilidad, lo que contribuirá a una experiencia general de vida más positiva y receptiva ante intervenciones y actividades de rehabilitación.
  • Aumento en la participación en terapia ocupacional y social: El paciente manifestará un interés renovado en relacionarse y participar en experiencias grupales o comunitarias, lo que servirá como indicativo de su adaptación y mejora en la movilidad.
  • Optimización del uso de dispositivos de asistencia: El paciente será capaz de utilizar adecuadamente dispositivos como bastones, andadores o prótesis para fortalecer su capacidad de caminar, lo que demuestra una integración efectiva de herramientas que facilitan su movilidad.
  • Comprensión del manejo del dolor asociado a la movilidad: El paciente desarrollará estrategias para manejar el dolor durante la actividad física, lo que le permitirá avanzar hacia un nivel más alto de actividad física con una mejor calidad de vida.

Objetivos Específicos y Criterios de Evaluación

Para abordar el diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada" y avanzar hacia los resultados esperados (como los descritos anteriormente), se establecen los siguientes objetivos específicos y sus correspondientes criterios de evaluación. Estos permitirán un seguimiento preciso del progreso del paciente y la efectividad de las intervenciones:

  • Incrementar la distancia de marcha autónoma en 30 metros dentro de un mes: Este objetivo busca que el paciente pueda caminar 30 metros de forma independiente, medido a través de una evaluación de distancia en una caminata supervisada. Este incremento no solo testifica la mejora en la resistencia física, sino que también contribuye a la confianza en su capacidad para desplazarse solo, impactando positivamente su autoestima y autonomía.
  • Mejorar el equilibrio durante la marcha, aumentando la duración en la que el paciente se mantiene sobre un pie en un 50% en dos semanas: Se implementarán ejercicios específicos de equilibrio y coordinación, evaluando el tiempo que el paciente puede permanecer de pie sobre un pie. Este objetivo es esencial para reducir el riesgo de caídas, permitiendo al paciente sentirse más seguro al caminar y participar en actividades diarias.
  • Facilitar la navegación efectiva por escaleras en un espacio designado para el final del tratamiento: Se establecerá un plan de ejercicios para practicar subir y bajar escaleras, que se evaluará mediante la observación directa de la técnica y la capacidad del paciente para realizarlo sin asistencia. Este objetivo es crucial ya que permite al paciente incrementar su funcionalidad y movilidad en entornos versátiles, reduciendo su dependencia de otros en situaciones cotidianas.
  • Mitigar el miedo a caer en un 70% en cuatro semanas mediante técnicas de manejo: A través de sesiones de charla y simulación de movimientos, se evaluará mediante un cuestionario estandarizado de miedo a caer. Este aspecto no sólo aborda la ansiedad del paciente, sino que también facilita un incremento en su participación en actividades diarias, lo que a su vez promueve una vida social y emocional más saludable.
  • Monitorear y ajustar el manejo del dolor a un nivel de 3 en una escala del 1 al 10 antes de cada sesión de actividades físicas: Este objetivo implica la evaluación semanal del dolor del paciente mediante escalas de medición, y ajustar la intervención según sea necesario. Lograr un control efectivo del dolor es fundamental para aumentar la movilidad y permitir al paciente participar en terapia sin limitaciones, mejorando así su calidad de vida.
  • Fomentar el uso consistente de dispositivos de asistencia en el 85% de las actividades diarias dentro de un mes: Se evaluará mediante la documentación del uso diario de dispositivos como bastones o andadores. Este objetivo ayuda al paciente a maximizar su independencia y funcionalidad, integrando herramientas que apoyen su capacidad para caminar y, al mismo tiempo, disminuyan el riesgo de caídas.
  • Aumentar la participación en actividades recreativas un 50% en seis semanas: Este objetivo se medirá mediante la documentación de la participación en actividades grupales o comunitarias, y se buscará obtener retroalimentación sobre la experiencia del paciente. El volver a involucrarse en estas actividades sociales no solo mejora la movilidad física, sino que también potencia el bienestar emocional y social del paciente.
  • Desarrollar un plan de autogestión del movimiento adaptado, que el paciente pueda aplicar en tres escenarios distintos de su vida diaria en un trimestre: Se evaluará mediante un registro de los escenarios donde el paciente utiliza las técnicas de autogestión que ha aprendido en sesiones de terapia. Este enfoque fortifica la independencia del paciente, empoderándolo para tomar decisiones sobre su movilidad y actividades cotidianas, así como para enfrentar los desafíos que surjan en su entorno.

Estrategias Generales de Cuidado

Para manejar eficazmente el diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada" y ayudar al paciente a alcanzar los objetivos de salud deseados, se implementarán diversas estrategias de cuidado. Estas acciones de enfermería se enfocarán en abordar las causas subyacentes, aliviar los síntomas y promover el bienestar general. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Desarrollo de un Programa de Movilidad Personalizado: Esta estrategia consiste en diseñar un plan de ejercicios adaptados que se enfoquen en mejorar la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio del paciente. Se realizarán sesiones regulares que incorporen actividades que desafíen gradualmente al paciente, permitiendo un progreso controlado y seguro. Este enfoque es fundamental ya que optimiza la capacidad de movimiento, reduce el riesgo de caídas y promueve la autoestima al facilitar el logro de metas de movilidad.
  • Capacitación en el Uso de Ayudas para la Movilidad: Se ofrecerá educación y entrenamiento práctico sobre cómo utilizar correctamente dispositivos como bastones, andadores o sillas de ruedas. Este aspecto de la estrategia no solo tiene como objetivo mejorar la seguridad del paciente durante la marcha, sino también fomentar su autonomía al permitirle desplazarse con mayor confianza. Integrar esta capacitación en el cuidado del paciente es crucial para maximizar su funcionalidad y autoeficacia.
  • Evaluación y Modificación del Entorno Doméstico: Se llevará a cabo una evaluación del hogar del paciente para identificar y eliminar obstáculos que puedan contribuir a su incapacidad para caminar. Las recomendaciones incluirán la eliminación de alfombras o elementos sueltos, mejorar la iluminación y añadir barandillas en escaleras y baños. Las modificaciones ambientales juegan un papel esencial en la seguridad del paciente y en su capacidad para realizar actividades cotidianas de forma independiente.
  • Intervención Psicosocial y Motivacional: Esta estrategia implica ofrecer sesiones de apoyo emocional para ayudar al paciente a lidiar con sus temores sobre caídas y pérdida de independencia. Además, se facilitará la conexión con grupos de apoyo, donde el paciente puede compartir experiencias y recibir motivación. Abordar el bienestar emocional es esencial, ya que contribuye a reducir la ansiedad relacionada con la movilidad y fomenta una actitud positiva hacia la rehabilitación.
  • Monitoreo Continuo y Revisión del Progreso: Se establecerá un sistema de seguimiento regular para evaluar la evolución del paciente en su capacidad de caminar y la efectividad de las intervenciones aplicadas. Estos controles permitirán ajustes en el plan de cuidado según las necesidades del paciente y servirán para mantener tanto al paciente como a su familia informados sobre los logros y metas alcanzadas. Este enfoque garantiza que el cuidado se mantenga centrado en el paciente y evolutivo, alineándose con sus objetivos a largo plazo.
  • Educación del Paciente y la Familia sobre Prevención de Caídas: Ofrecer charlas educativas y recursos informativos sobre cómo prevenir caídas puede aumentar la conciencia sobre los riesgos y estrategias de seguridad en el hogar. Involucrar a la familia en este proceso de aprendizaje no solo refuerza las estrategias de seguridad, sino que también promueve un ambiente de apoyo que puede facilitar la recuperación y adaptación del paciente.

Acciones de Enfermería Específicas

Para llevar a la práctica las estrategias generales de cuidado y abordar de manera efectiva el diagnóstico de enfermería "Capacidad para caminar alterada", se proponen las siguientes acciones específicas. Estas intervenciones concretas están diseñadas para mejorar el estado del paciente y facilitar la consecución de los objetivos terapéuticos:

  • Programa Personalizado de Ejercicios de Movilidad

    • Realizar una valoración inicial de la fuerza muscular y el equilibrio del paciente mediante pruebas de marcha y balance, para establecer un punto de partida en el programa de ejercicios.
    • Desarrollar un plan de ejercicios estructurado que incluya actividades como el uso de pelotas de estabilidad y ejercicios de estiramiento, adaptados al nivel de habilidad del pacientes.
    • Organizar sesiones semanales presenciales o virtuales para actividades físicas que apunten a mejorar gradualmente la endurance y la coordinación motora del paciente.
  • Capacitación y Adiestramiento en Ayudas de Movilidad

    • Realizar sesiones prácticas para enseñar al paciente el uso correcto de dispositivos de asistencia, destacando la correcta postura y técnica para mociones seguras.
    • Simular escenarios cotidianos donde el paciente utilice estas ayudas, fortaleciendo así la confianza y la destreza en su uso diario.
    • Proporcionar manuales de usuario y videos educativos sobre el manejo seguro y efectivo de dispositivos de movilidad, asegurando un acceso a recursos continuos.
  • Evaluación y Adecuación del Entorno

    • Conducir un recorrido por el hogar del paciente para identificar elementos inseguros, como alfombras deslizantes o muebles mal ubicados, e implementar cambios que faciliten el desplazamiento.
    • Recomendar actualizaciones específicas, como la instalación de luces automáticas y la colocación de agarres en el baño, lo cual mejora la seguridad en situaciones de movilidad diaria.
    • Colaborar con familias y cuidadores para que realicen un seguimiento de las modificaciones necesarias, asegurando que todos los elementos sean funcionales y accesibles.
  • Apoyo Emocional y Motivacional

    • Implementar sesiones de acompañamiento que se centren en la escucha activa, permitiendo al paciente expresar sus temores y preocupaciones sobre sus capacidades de movimiento y el riesgo de caídas.
    • Fomentar la participación del paciente en grupos de apoyo, proporcionando un espacio donde pueda compartir experiencias y aprender de otros, creando una sensación de comunidad.
    • Utilizar técnicas de refuerzo positivo, celebrando pequeños logros en su proceso de rehabilitación para fortalecer la motivación y la autoestima del paciente.
  • Monitoreo y Evaluación del Progreso

    • Establecer un calendario de revisiones periódicas para evaluar de manera continua la capacidad de caminar del paciente, ajustando el plan de cuidado en función de los avances y obstáculos encontrados.
    • Registrar resultados de forma sistemática tras cada sesión de terapia, permitiendo un análisis claro de la evolución del paciente y la eficacia de las intervenciones implementadas.
    • Invitar a la familia a participar en revisiones de progreso, de modo que todos estén informados y alineados con los objetivos y los éxitos alcanzados durante el tratamiento.
  • Educación sobre Prevención de Lesiones

    • Organizar talleres interactivos para educar al patient y a su familia sobre medidas de seguridad dentro del hogar, enfatizando el uso de técnicas de caminata seguras y prevención de caídas.
    • Distribuir folletos y recursos sobre cómo reconocer riesgos en el hogar y estrategias concretas que las familias pueden emplear para minimizar esos riesgos.
    • Crear un sistema de alerta para que los familiares informen al equipo de salud sobre cualquier cambio significativo en el estado de movilidad o nuevas preocupaciones que surjan, facilitando un cuidado proactivo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Go up

Usamos cookies Más información